Qué es la leishmaniasis canina
Algunos perros presentan un cuadro clínico que indica que el animal tiene la enfermedad. Otros, en cambio, pueden no presentar síntomas en determinados periodos.
En este sentido, cabe señalar que existen dos tipos de leishmaniasis en perros; la visceral y la cutánea. Veremos, a continuación, cuáles son los síntomas específicos de cada subtipo:
¿Cómo puede tu veterinario diagnosticar la enfermedad?
Además de un examen físico completo donde se pueden encontrar algunos de los síntomas que comentamos antes, se le tomará una muestra de sangre y en ocasiones una muestra de orina. En un análisis de sangre básico se puede encontrar anemia, subidas o bajadas de glóbulos blancos, aumentos de proteínas y, a veces, descensos de plaquetas. Las lesiones renales y/o hepáticas son una de las principales complicaciones que nos podemos encontrar y también se pueden ver en cambios en ciertos parámetros de sangre y orina. Tan pronto como se detectan estos cambios en un análisis general, se necesitan pruebas adicionales para confirmar que la leishmania es responsable de todos estos cambios. Estas pruebas pueden consistir en la detección de anticuerpos (proteínas que fabrica el sistema inmunitario para luchar contra agentes externos), técnicas de biología molecular que detectan directamente la presencia del parásito y también es posible cuantificar su número, citologías cuando podemos buscar leishmania directamente debajo del. microscopio y, a veces, biopsias de tejido que pueden requerir técnicas inmunohistoquímicas para demostrar su presencia en el tejido.
Un aspecto muy importante a destacar de esta enfermedad es que hay una gran cantidad de perros que pueden dar positivo en las pruebas diagnósticas pero no están enfermos y muchos nunca se enfermarán, aunque las defensas acaban decayendo. la enfermedad puede desarrollarse en algunos casos. No es lo mismo enfermo positivo. Algunos perros positivos pueden estar sanos. Esto se debe a la fuerte relación entre esta enfermedad y el sistema inmunológico del paciente. Hay perros que desarrollan de manera innata un tipo de respuesta inmunológica que los hace resistentes a la enfermedad y aunque entren en contacto con el parásito nunca se enfermarán.
Síntomas de la leishmania:
Los síntomas de esta enfermedad son muy variables e inespecíficos, pudiendo presentarse lesiones muy diversas. A menudo causa lesiones en la piel y problemas hepáticos y renales. Los síntomas más frecuentes que se pueden observar:
Síntomas generales de la leishmania:
Tratamiento de la Leishmaniasis
Su tratamiento variará según el estado del animal. Si tienes un paciente con una afección de la piel sin afectación de órganos internos, solemos utilizar fármacos leishmanicidas inyectables (matan la leishmania) y leishmaniastáticos orales (evitan que la leishmania se multiplique). En estos casos conseguimos una buena calidad de vida y control de la enfermedad en el 90% de los casos. La leishmania es una enfermedad crónica que no tiene cura pero sí puede controlarse para que nuestras mascotas no presenten ningún síntoma compatible con la enfermedad. Por lo general, revisamos a nuestros pacientes cada 6 meses para poder ajustar la medicación según la condición del animal.
Los casos de leishmaniasis visceral son más complicados. Los pacientes muchas veces no tienen ningún problema externo y solo acuden a nuestra consulta cuando el paciente presenta una falla orgánica. La mayoría de los pacientes tienen insuficiencia renal, y debido a los efectos adversos de los leishmanicidas inyectables en el riñón, hemos estado usando leishmanicida oral durante algunos años. Muchos de estos pacientes requieren hospitalización y fluidoterapia. La anemia causada por el parásito a veces es tan grave que se necesitan transfusiones de sangre para estabilizar al paciente.
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