acueducto de segovia Cómo funcionaba
Llegados a este punto, no te extrañará que te digamos que se construyó para llevar agua a la ciudad desde la Sierra de Guadarrama. Ahora, ¿sabías que conservó esta función hasta bien entrado el siglo XX?
Verás que, sobre todo, se siente bien el canal por donde pasaba el agua.
Origen y función de las masas de agua
El agua siempre ha sido un elemento indispensable en la vida cotidiana, especialmente en la región mediterránea, con sus veranos largos, calurosos y secos. En los pueblos de tamaño moderado, el abastecimiento de agua se reducía al mínimo, y se hacía generalmente mediante simples manantiales, pozos y cisternas subterráneas.
Sin embargo, el crecimiento de los centros urbanos del Imperio Romano aumentó las necesidades de abastecimiento de tan valioso recurso. Ya en el siglo V a.C. C. algunas de las principales políticas de Grecia fueron abastecidas desde manantiales lejanos por acueductos. En cambio, el primer acueducto romano de la historia data del 312 a. C. y siguió las pautas establecidas por los arquitectos griegos de la época.
¿Qué es el acueducto de Segovia?
El acueducto de Segovia es una de las obras más impresionantes de la ingeniería romana, construida para transportar agua desde la Sierra de Guadarrama hasta la ciudad de Segovia.
Con una altura de casi 30 metros, hay un total de 167 arcos, por los que a lo largo de 16 kilómetros de tuberías subterráneas, y canales sobre arcos, conducían el agua que abastecían a los segovianos.
Ubicación del acueducto romano de Segovia
El acueducto de Segovia es el encargado de enviar el agua del manantial de la Fuenfría. Se encuentra en las montañas cercanas, a 17 kilómetros de la ciudad, en un lugar llamado La Acebeda. Desde allí recorre más de 15 kilómetros antes de llegar a Segovia.
El agua se recoge primero en una cisterna llamada “El Caserón”. Posteriormente se conduce por un canal de esplay a la segunda torre, llamada Casa de Aguas. Allí se instala y limpia la arena, para luego continuar su camino.
Uno de los acueductos mejor conservados
El acueducto presenta un excelente estado de conservación a pesar de los siglos. Sus arcadas fueron unidas a la perfección sin argamasa ni cemento, secas, y allí sigue en pie después de 2.000 años. No nos extraña que esté declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad desde 1985.
El de Segovia es el mejor ejemplo de acueducto construido por los romanos en Hispania. Es uno de esos monumentos únicos que uno realmente no entiende hasta que está frente a él, sin importar cuánto haya tratado de imaginarlo antes.
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