Cómo funciona control de velocidad crucero

El control de crucero ayuda a reducir la fatiga física del conductor, aunque un exceso de descanso puede provocar distracciones, como somnolencia. Es muy importante evitar el error humano cuando disponemos de alguno de los siguientes sistemas de control de velocidad:

  • Limitador de velocidad: el conductor debe pisar el pedal derecho del acelerador, por lo que no se trata de un control de velocidad tradicional . Por supuesto, el coche se detiene para coger velocidad en el punto que le has marcado, por mucho que pises el acelerador.

Desventajas del control de crucero adaptativo

Este sistema de control de crucero adaptativo tiene cuatro desventajas principales:

  • Cambio automático: no en esta tecnología solo los vehículos incorporan transmisión automática para tener.
  • Solo detecta la distancia de seguimiento: el control de crucero adaptativo solo reacciona si detecta que se reduce la distancia de seguimiento. No puede esperar al conductor cuando ve las luces de freno del vehículo de adelante. Por eso no conviene utilizarlo en carreteras con mucho tráfico.
  • Aumenta el consumo de combustible: aunque se supone que el uso del control de crucero favorece una conducción eficiente, cabe señalar que este sistema mantiene una velocidad constante incluso en esas cuestas y pendientes, acelerando el vehículo según sea necesario. Esto significa un aumento en el consumo de combustible. Por el contrario, cuando el conductor es el encargado de acelerar el coche, mantiene un rango de velocidad donde el coche pierde velocidad cuesta arriba y gana velocidad cuesta abajo, consiguiendo un menor consumo de combustible.
  • Cambios de carril anticipados y adelantamientos: el control de crucero adaptativo detecta el vehículo que circula delante al cambiar de carril y reduce la velocidad del vehículo. Hay que tener en cuenta que al adelantar, el sistema sigue reduciendo la velocidad del vehículo. Por ello, los cambios de carril y los adelantamientos deben hacerse con mucha antelación.

El limitador de velocidad, perfecto para despistados

El limitador de velocidad es un sistema mucho más sencillo y, si queremos, más “mecánico” a pesar de estar controlado por la electrónica del coche. En cuanto se marca el límite de velocidad que no queremos alcanzar, el sistema corta la aceleración y el coche mantiene esa velocidad máxima (por mucho que cerremos el pie del acelerador). Es decir, una vez alcanzada la velocidad máxima, el vehículo controla automáticamente la velocidad para que no la sobrepase, aunque no le importa que disminuyamos la velocidad.

Es un sistema perfecto para no sobrepasar el límite legal de velocidad si estamos haciendo más conducción manual, incluso en entornos urbanos, lo que aumenta la seguridad si se usa bien.

Los cuatro tipos de control de velocidad más habituales

Su eficacia es muy útil en situaciones en las que queremos ceñirnos estrictamente a un límite de velocidad concreto para disfrutar de una conducción relajada sin pisar el acelerador y el relevo tensión. de largos viajes. El control de crucero reduce la fatiga física del conductor, pero en casos de descanso excesivo, el aburrimiento puede generar distracciones que derivan en somnolencia. Es necesario evitar el error humano cuando disponemos de alguno de los siguientes sistemas de control de velocidad:

Limitador de velocidad: el conductor debe seguir pisando el pedal derecho del acelerador, para que no controle su velocidad tradicional. Por supuesto, el coche se detiene para coger velocidad en el punto que le has marcado, por mucho que pises el acelerador.

¿Cómo funciona este sistema?

Mediante el correspondiente mando que incorpora el vehículo para el control de la velocidad, elegimos la velocidad que queremos programar para la conducción, pudiendo ir en el volante si es multifunción o en un palanca cerca de la de los flashes.

Jorge Renteiro
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