Es realmente tan malo no desayunar

La persona que se salta el desayuno no está haciendo ayuno intermitente. Ya hemos hablado de las ventajas y desventajas de esta técnica y de sus detalles y características más importantes en otro artículo reciente, pero hay que tener claro que una cosa es el ayuno intermitente y otra sin desayunar.

El ayuno intermitente consiste en comer alimentos exclusivamente durante un período de tiempo, parando durante otro período. Se puede organizar por horas o días, según las necesidades y el metabolismo de cada uno. La clave es que no ingieras alimentos durante este ayuno y el objetivo es que el cuerpo utilice sus reservas y, sobre todo, que lo que comas sea sano y equilibrado. . Y en sus conclusiones llegan a afirmar que los niños que no desayunan tienen un 43% más de riesgo de padecer obesidad.

Como explican los autores del estudio:

Una de las consecuencias de no desayunar es que tienes más hambre

Una de las consecuencias de no desayunar que afecta si hay un aumento en el peso corporal la sensación de ansiedad. Aunque al principio parece que “ahorras calorías” si no las consumes, hay un exceso después tras comer unas ganas insaciables.

La falta de nutrientes que produce saltarse esta primera comida del día puede repercutir en desequilibrios emocionales que, a su vez, estarían asociados a una ingesta abusiva posterior, según este estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid. Dado que los alimentos de buena calidad contienen sustancias relacionadas con el bienestar, un desayuno deficiente provoca estrés e irritación.

Problemas de peso y obesidad

Especialmente en la juventud y adolescencia. Algunos estudios han relacionado la incapacidad para desayunar con problemas relacionados con el sobrepeso y la obesidad en los niños. Los expertos también señalan que las personas que no suelen desayunar tienen más hambre por la tarde y por la noche, llegando a cenar con mucho apetito, lo que provoca que se levanten con pocas ganas de desayunar. El caso es que si el ayuno es largo, entonces comes mucho y es más fácil que las calorías se acumulen en forma de grasa.

Un estudio de la Universidad de Harvard en Estados Unidos advirtió que saltarse el desayuno puede aumentar el riesgo de infarto, especialmente en los hombres. Publicado en la revista Circulation en julio de 2014, concluyó que saltarse el desayuno conduce a uno o más factores de riesgo de ataque cardíaco, como obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes.

Pedro Cotobal
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