Consejos para pedalear contra el viento y no sufrir accidentes

El ciclismo urbano no tiene por qué ser un gran deporte. Como con cualquier otro vehículo o incluso como peatones estamos expuestos a un accidente en cualquier momento. Sin embargo, si distribuimos de forma responsable podemos reducir mucho los riesgos. A continuación, te compartimos algunos consejos para que pedalear sea más seguro y disfrutes más pedaleando.

1. Revisa la bicicleta antes de salir

Adapta tu desarrollo

Hay ciclistas que están decididos a luchar contra el viento de forma casi heroica. Los notarás porque se atascan en el pie, con un final casi ridículo, mientras se mueven lentamente. Como si disparar con revelado ligero les pareciera indigno.

Evita esa imagen a toda costa. Además de patético, tus rodillas y tu motivación sufrirán mucho menos. Tome el barlovento como si estuviera escalando. Sube engranajes y rueda con final feliz, sin preocuparte por la velocidad. Recuerda: en el combate cuerpo a cuerpo siempre golpea el viento, y según K.O.

Lleva la ropa adecuada

Lo mejor es llevar ropa ligera y ajustada que te permita moverte con facilidad. También presta atención al calzado: es importante que se ajuste bien a la pierna y a tu pie.

Así como la ITV obligatoria de los coches pretende que los vehículos estén en buen estado para evitar accidentes, tu bicicleta también.

¿Cómo montar contra el viento?

Por tomar lo que decimos, muchos deportistas consideran peor pedalear contra el viento que contra la escalada, por lo que el especialista Ed Burke planteó esta cuestión en su libro Serious Cycling. En la obra podemos ver algunos detalles sobre cómo afecta este factor externo a nuestra trayectoria, así como otros elementos interesantes, entre los que nos gustaría destacar sus consejos.

  • Perfil bajo: es fundamental mantener la cabeza lo más baja posible para evitar el impacto del viento, incluso con los brazos doblados y alineados con el cuerpo, como los profesionales.
  • Sostén el extremo: es mejor que tus rodillas se mantengan cerradas incluso cuando te mueves más despacio, así que trata de apegarte a esa línea.
  • En grupo: Es mucho más fácil pedalear contra el viento en grupo porque así evitamos el viento, aunque hay que hacer turnos para que uno no sufra por adelantarse.

No más que energía

No es ningún secreto que el viento es uno de los grandes enemigos del ciclista. Pero bueno, cuando es visible en las rutas, muchos ciclistas tienen la vieja costumbre de aumentar el esfuerzo para intentar vencer la resistencia del viento. Ese esfuerzo innecesario hace que el cansancio aparezca mucho más rápido, se agoten las reservas de glucógeno y el ciclista acabe derritiéndose a un lado de la carretera. Lo mejor es mantener un nivel constante de esfuerzo y establecer el sistema de conducción desde un rango pequeño (suave) para hacer frente a fuertes ráfagas de viento de frente y cruzado. El caso es que montar con una combinación de platos pequeños y un piñón grande es adecuado para conseguir comodidad frente a la fuerza del viento que ataca de frente y que parece obligarnos a subir una cuesta.

¿Te ha pasado que a veces vas en moto con la visera levantada y el viento que te pega de frente te provoca humor y lágrimas que te impiden tener una buena vista del país-gama? Pues en la moto pasa lo mismo cuando no te tapas los ojos de las ráfagas delanteras. Es necesario llevar gafas cuando hay ráfagas en la carretera, no sólo por el riesgo de oírlas sino también porque la furia del vendaval suele romper ramas de los árboles o lanzar objetos por los aires que en cualquier momento te pueden encontrar.

Pedro Cotobal
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