Intolerancia a la lactosa: Síntomas y Alternativas

La reacción adversa a los alimentos puede presentarse de diferentes formas, una de ellas es la intolerancia, definida por la presencia de molestias asociadas a la ingesta de un producto, como por ejemplo el consumo de leche y sus derivados, en caso de intolerancia a la lactosa.

Bibliografía

1. Facioni MS, Raspini B, Pivari F, Dogliotti E, Cena H. Manejo nutricional de la intolerancia a la lactosa: la importancia de la dieta y el etiquetado de alimentos. Revista de Medicina Traslacional. diciembre de 2020; 18(1):1-9.

¿Qué causa la intolerancia a la lactosa?

En general, la intolerancia a la lactosa se debe a que el cuerpo humano es incapaz de tolerar -o no tiene la cantidad necesaria- una enzima producida en el intestino delgado, llamada lactasa. Es esta enzima la que nos permite digerir el azúcar de la leche. Sin embargo, una persona con bajos niveles de lactasa puede digerir lácteos o algún otro tipo de producto, generalmente aquellos con menos lactosa. La intolerancia total aparece cuando los niveles son muy bajos.

La lactasa convierte el azúcar de la leche en dos azúcares más simples, la glucosa y la galactosa, que llegan a la sangre a través de la mucosa intestinal. Cuando se sufre de deficiencia de lactasa, la lactosa de los alimentos pasa al colon sin ser procesada ni absorbida. En el colon, las bacterias comunes entran en contacto con la lactosa y comienzan los síntomas de intolerancia.

¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la lactosa?

Si cada vez que comes leche o productos lácteos tu sistema digestivo se expone y te envía síntomas específicos, como dolor abdominal, hinchazón y flatulencia, es muy probable que tengas intolerancia a la leche. Esto también puede deberse a una alergia a las proteínas de la leche.

La intolerancia se desencadena por la falta total o parcial de una enzima, la lactosa, cuya función es digerir el azúcar de la leche.

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

La leche y otros productos lácteos contienen lactosa, que es un tipo de azúcar. Para absorber la lactosa, nuestro cuerpo necesita una enzima llamada lactasa. Cuando nuestro intestino delgado no produce suficiente lactasa es cuando hablamos de intolerancia a la lactosa.

A medida que envejecemos, nuestra producción de lactasa comienza a disminuir y finalmente desaparece en la edad adulta. En este sentido, cuando somos adultos, el intestino delgado no digiere adecuadamente la lactosa, por lo que puede llegar al colon y causar problemas digestivos.

Pedro Cotobal
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *