Los mejores estiramientos para aliviar el dolor de cuello

Este tipo de ejercicio no consiste en mover el cuello para aliviar la rigidez. Sin embargo, es una buena opción para favorecer la relajación de zonas estresadas.

  • Acuéstese sobre una superficie firme. Puede ser una esterilla de yoga.
  • A continuación, lleva la cabeza a una posición de reposo, de forma que tus hombros queden bien alineados.
  • Finalmente, inhala y exhala varias veces, sin mover la cabeza del lugar.
  • Haz la actividad durante 5 minutos.

Causas y orígenes del dolor de cuello

Son muchas las causas que pueden influir en la aparición del dolor de cuello. Por supuesto, estos deben ser evaluados por un profesional de la salud. Sin embargo, si excluimos ciertos factores podríamos establecer, lo que genera muchos, puntos en común.

Cuando evaluamos nuestro propio dolor, primero debemos hacernos las siguientes preguntas:

Reposo en caso de contractura cervical

Responsable de los primeros pasos cuando se realiza una intervención en la contracción del cuello uterino (del trapecio, por ejemplo) está la relajación. Como decía, la contracción resulta de la sobrecarga en la función del músculo, por lo tanto, ayudará a que el músculo se recupere, corte su actividad y se dé descanso.

Este punto es importante porque la mayoría de nosotros (incluido yo mismo) solo hacemos esto cuando la situación llega a su extremo e insoportable dolor que nos obliga a detener la actividad y relajarnos.

TIEMPO PARA CADA EJERCICIO

El tiempo que tienes para aguantar cada estiramiento es de 15-20 segundos. a nivel de tono muscular hacerlo de esta manera es aguantar la pieza por un tiempo más largo.

Ejercicios cervicales para aliviar el dolor de cuello

Te mostramos algunos ejercicios de flexibilidad cervical que puedes hacer para mejorar y aliviar el dolor de cuello:

  • Rotación de cuello: rotar el cuello 90° hasta que la barbilla toque uno de los hombros. Descansa unos segundos y gira el cuello hacia el otro lado. Es importante que hagas este ejercicio lenta y pausadamente, siempre controlando el movimiento.
  • Rotación de hombros: con la espalda recta, gira los hombros con un movimiento circular, primero hacia adelante durante unos segundos y luego hacia atrás. Es un ejercicio similar a las brazadas de natación.
  • Inclinación lateral del cuello: inclinar todo el cuello hacia un lado, intentando tocar la oreja con el hombro. No fuerces la pieza: detén el movimiento cuando sientas que el músculo se estira sin sentir dolor. Después de un descanso, haz el mismo movimiento en la dirección opuesta.
  • Flexible en la parte delantera del cuello: primero llevar la barbilla al pecho. Al igual que en el ejercicio anterior, detén el movimiento cuando sientas que el músculo se estira a su máxima capacidad sin dolor. Después de unos segundos, haz el movimiento en la dirección opuesta, con los ojos mirando hacia el techo.
Pedro Cotobal
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